Simo Häyhä mide sólo 1,52 metros, pero este granjero finlandés fue una máquina para matar. Durante la Guerra de Invierno, entre Finlandia y la Unión Soviética, que duró desde 1939 a 1940, este pequeño hombre asesino 505 personas confirmadas sólo son su rifle francotirador.
Murió en el 2002, a los 96 años , y participó en la independencia de los soviéticos. Fueron 25.900 los finlandeses que murieron y 126.900 rusos.
Cuando explotó el conflicto, Häyhä se ganó la reputación por atacar a su enemigo a unos 270 metros de distancia. Gracias a la cantidad de bajas realizadas por él, se le conoció como La “Muerte Blanca”. En sólo un día logró 25 muertes.
Siempre limpiaba su arma para que funcionara a unos -20ºC.
Uno de sus trucos, según Daily Mail, era congelar la nieve que estaba a su alrededor para que no saliera volando cada vez que disparaba o tapar su boca para evitar que el vapor de su aliento.
Por otro lado, se vestía totalmente de blanco para evitar ser visto por el enemigo, ya que los bosques estaban cubiertos de nieve.
Pero su suerte sólo duró 98 días, debido a que recibió un golpe en la mandíbula y, gracias a esto, estuvo una semana inconsciente en el hospital y al despertar su país firmó un tratado de paz con Moscú.
En 1998, le preguntaron cómo había logrado ser tan buen tirador y el contestó “práctica”.
También le preguntaron si se arrepentía de todas las vidas que había tomado y este contestó lo siguiente:
“Sólo hice mi deber y lo que se me dijo que hiciera, lo mejor que puede”.